lunes, 29 de septiembre de 2014

De romance y libertad en 1810 (y mucho antes)

En El rastro de la canela, hoy apareció un personaje nuevo: Don Eugenio Montesinos, un viajero español que estuvo invitado a la mesa de los Torrealba. Discutió fuertemente con Fausto, que no quería saber nada de criollos mezclándose con españoles (ni mucho menos de mulatos pensando en revoluciones). Y le dijo que, como decía el "Romance del Conde Olinos", no se puede separar lo que está destinado a estar junto.

El "Romance del Conde Olinos" es un poema español, verdadero y muy antiguo, tanto que se desconoce el autor. Los romances son una clase de poemas (de amor, claro) que sirven muy bien para ser cantados. Entonces, aquí abajo les comparto una versión cantada y una de las versiones del poema (verán que no coincide con la canción: hay miles de versiones del Conde Olinos, porque como no se registró bajo ningún autor, en cada pueblo la cantan y cuentan como quieren).

Presten atención a la última parte de la canción - los últimos versos. ¿En qué parte de la historia termina la canción? ¿Cómo termina el poema?



Romance del Conde Niño (o Conde Olinos)

Conde Niño por amores
es niño y pasó a la mar;
a dar agua a su caballo
la mañana de San Juan.

Mientras el caballo bebe
él canta dulce cantar;
todas las aves del cielo
se paraban a escuchar,

caminante que camina
olvida su caminar,
navegante que navega
la nave vuelve hacia allá.

La reina estaba labrando,
su hija durmiendo está:
-Levantáos, Albaniña,
de vuestro dulce folgar,

sentiréis cantar hermoso
la sirenita del mar.
-No es la, sirenita, madre,
la de tan bello cantar,

sino es el Conde Niño
que por mí quiere finar.
¡Quién le pudiese valer
en su tan triste penar!

-Si por tus amores pena,
¡oh, malhaya su cantar!
y porque nunca los goce
yo le mandaré matar.

-Si le manda matar, madre,
juntos nos han de enterrar.
Él murió a la medianoche,
ella a los gallos cantar;

a ella como hija de reyes
la entierran en el altar,
a él como hijo de condes
unos pasos más atrás.

De ella nació un rosal blanco,
dél nació un espino albar;
crece el uno, crece el otro
los dos se van a juntar;

las ramitas que se alcanzan
fuertes abrazos se dan,
y las que no se alcanzaban
no dejan de suspirar.

La reina, llena de envidia,
ambos los mandó cortar;
el galán que los cortaba
no cesaba de llorar.

De ella naciera una garza,
de él un fuerte gavilán,
juntos vuelan por el cielo,
juntos vuelan par a par.

2 comentarios:

  1. La música termina diciendo "Es el conde Olinos que por mis amores va"y el poema termina diciendo"De ella naciera una garza,de el un fuerte gavilán,juntos vuelan por el cielo,juntos vuelan par en par.

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    1. ¡Genia! Mañana (si llegamos a tiempo con el simulacro) lo vemos entre todos.

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